¿El microbioma nos hace comer alimentos especiales?

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Al igual que nuestros ancestros cazadores-recolectores, tenemos una preferencia evolutiva por los alimentos ricos en calorías. Nuestros antepasados ​​desarrollaron un programa genético para almacenar tanta energía y nutrientes valiosos como fuera posible durante los períodos en los que los alimentos escaseaban. Por lo tanto, hemos heredado genes que nos dificultan resistirnos a los alimentos deliciosos, lo que puede provocar obesidad. diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer, a pesar de que ya no sufrimos escasez de alimentos como en el pasado.

Sin embargo, para manifestar fenotipos patológicos, estos genes deben interactuar con influencias ambientales. Parece que el intestino microbioma (GM) juega un papel fundamental en la regulación de estos paleogenes. El intestino humano alberga decenas de billones de microorganismos, incluidas bacterias, virus, hongos y otros microorganismos denominados colectivamente transgénicos. El transgénico ha estado presente en los intestinos de nuestros ancestros humanos y ha evolucionado junto con ellos, hasta llegar finalmente al homo sapiens moderno. Hasta ahora, se ha creído que los transgénicos tienen una relación simbiótica recíproca con los humanos, lo que resulta en efectos beneficiosos para ambas partes. Sin embargo, es importante señalar que nuestra relación con los transgénicos puede no ser siempre permanente, recíproca y simbiótica. En ocasiones, esta relación puede resultar perjudicial para nosotros.

La microbiota intestinal tiene un doble efecto sobre la cognición humana

Estudios recientes han demostrado que los transgénicos pueden tener impactos tanto positivos como negativos en nuestro estado de ánimo. Toma de decisionesy comportamientos. A esto se le suele denominar "eje intestino-cerebro." Varios estudios han demostrado que los desequilibrios en la microbiota, conocidos como disbiosis, pueden provocar diversas alteraciones mentales y cognitivas, entre ellas ansiedad, depresión, e incluso autismo. Por otro lado, nuestro estado de ánimo influye en la diversidad de la microbiota. A pesar de las limitaciones metodológicas de los estudios de microbiota y la posibilidad de sobreestimar los resultados, el impacto de los transgénicos sobre los procesos cognitivos, en particular la toma de decisiones y las preferencias conductuales, es importante y requiere más investigación. Estos nuevos hallazgos sobre los efectos de los transgénicos, particularmente sobre la voluntad y los deseos humanos, nos obligan a reconsiderar nuestra relación con al menos algunos tipos de microbios intestinales.

Se está utilizando un nuevo enfoque llamado "microbiomas conductuales" para estudiar cómo los microbios influyen en el comportamiento. Este enfoque considera múltiples factores más allá de la mera presencia de microorganismos. Abarca la actividad metabólica de los microbios, las interacciones entre varias especies microbianas, así como la genética y el entorno del anfitrión. Los investigadores sostienen que es necesario un enfoque multidimensional para comprender plenamente la intrincada relación entre el microbioma y el comportamiento. Sugieren que este enfoque podría tener implicaciones significativas para campos como neurociencia, psiquiatríay microbiología. La microbiota influye en una amplia gama de comportamientos humanos, incluidos los hábitos de ejercicio, adiccion, patrones de sueño e incluso juicios morales. Sin embargo, el impacto de los transgénicos en nuestra apetito y las preferencias alimentarias pueden tener efectos significativos en nuestra salud y pueden contribuir al desarrollo de enfermedades.

El efecto de los transgénicos en las elecciones dietéticas

Algunas investigaciones destacadas sugieren que nuestro microbioma intestinal juega un papel importante en la determinación de nuestro comportamiento alimentario y elecciones dietéticas. Los científicos han descubierto que los ratones con un microbioma menos diverso tienden a consumir una mayor proporción de grasa, mientras que aquellos con un microbioma más diverso tienden a consumir más azúcar. Algunos estudios han demostrado que los microbios intestinales pueden contribuir a la preferencia de las personas obesas por alimentos poco saludables y ricos en calorías.

Una proporción elevada de Firmicutes y Bacteroidetes phyla, que se acepta ampliamente como un equilibrio normal de la microbiota, se ha relacionado con un aumento del apetito y el aumento de peso. Se cree que estas bacterias desempeñan un papel crucial en la descomposición de los carbohidratos complejos y la producción de ácidos grasos de cadena corta. El estudio encontró que la composición de los microbios intestinales difiere entre personas obesas y delgadas. Cuando los microbios intestinales de ratones obesos se transfirieron a ratones delgados, los ratones delgados desarrollaron una preferencia por alimentos ricos en grasas y azúcares. Los hallazgos sugieren que el microbioma intestinal puede tener un impacto significativo en las preferencias alimentarias y el aumento de peso. Por lo tanto, se debe tener en cuenta el tipo de microbiota del individuo al diseñar un programa de dieta para controlar los trastornos alimentarios, la obesidad y las enfermedades metabólicas [1].

Microbioma y dieta personalizada

Personalizado nutrición es un enfoque novedoso de la dieta y la nutrición que considera las características distintivas de un individuo, incluidos sus genes, estilo de vida y preferencias dietéticas. Utiliza tecnologías avanzadas, incluidas pruebas genéticas, análisis de sangre y inteligencia artificial, para desarrollar planes de nutrición personalizados que se ajusten a las necesidades individuales. Este enfoque tiene como objetivo optimizar la salud, prevenir y gestionar las enfermedades crónicas, mejorar atlético rendimiento y alcanzar objetivos específicos de acondicionamiento físico. La nutrición personalizada puede implicar recomendaciones de alimentos específicos, horarios de las comidas, suplementos y modificaciones del estilo de vida que se personalizan para satisfacer las necesidades únicas de cada individuo. Hasta ahora, el factor más importante en la nutrición personalizada era el genotipo de los individuos; sin embargo, el microbioma juega un papel importante en la nutrición personalizada, porque puede afectar la forma en que el cuerpo procesa y absorbe los nutrientes.

La composición del microbioma puede variar entre individuos, lo que puede afectar su respuesta a diversos tipos de alimentos y dietas. Por ejemplo, ciertos individuos pueden poseer un microbioma que sea más hábil en metabolizar alimentos ricos en fibra, mientras que otros pueden albergar un microbioma que sea altamente competente en la digestión de grasas. Al analizar el microbioma de un individuo, se pueden desarrollar planes de nutrición personalizados que tengan en cuenta sus necesidades y preferencias únicas. Además, se pueden utilizar intervenciones como probióticos y prebióticos para modificar el microbioma. y mejorar su función, lo que podría resultar en mejores resultados nutricionales y de salud general. [2].

La evidencia reciente sugiere que las pruebas genéticas podrían permitir recomendaciones dietéticas personalizadas basadas en la composición genética de un individuo. Ciertos genes pueden afectar la forma en que el cuerpo metaboliza ciertos nutrientes, lo que permite recomendaciones dietéticas personalizadas. Además, analizar el microbioma de un individuo puede proporcionar información valiosa sobre la digestión y absorción de los alimentos, lo que puede conducir a recomendaciones personalizadas para lograr una salud intestinal óptima. Sin embargo, se necesita más investigación en esta área y se debe tener precaución para evitar simplificar demasiado la relación entre genética, microbioma y nutrición.

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